El Terrorismo es un NEGOCIO. Toda clase de Terrorismo se convierte, en el tiempo, en un NEGOCIO.

Si es un NEGOCIO…pues habrá que FINANCIARLO para que sea más rentable y proporciones más dinero… pero claro… los terroristas preferiran figurar en el «ANONIMATO» y que no figuren sus datos personales «nombres y apellidos» en sus transacciones económicas… Todo lógica. Los Terroristas son MALOS pero no TONTOS…

Seguramente, gracias a los «SOBORNOS» se podrán hacer muchas trasacciones económicas en operaciones bancarias, tarjetas bancarias y dinero en efectivo… pero claro, ahí hay que pagar unas «COMISIONES» al «político» de turno…

Parece ser que los Campeones que aceptan sobornos están en el Parlamento Europeo… con lo que no es de extrañar que desde la UE se apueste por la «cronificación» de la guerra de Ucrania.

Las Guerras son otro NEGOCIO, con mayúsculas, y a mucha gente (degenerada) le interesa hacer dinero aunque sea con la muerte de personas inocentes.

TODO POR LA PASTA. DE eso se trata.

Todos conocemos «LA DECADENCIA DE EUROPA»… gobernada por personas sin escrúpulos y con el único propósito que el enriquecimiento personal y el de sus familiares.

Los que vivimos en Catalunya conocemos muy bien el «Oasis catalán»… seguramente muy extraprolable al «Oasis del Parlamento Europeo».

Pues bien, como las Instituciones tienen motivos justificados (el enriquecimiento personal) para «montar CORTAFUEGOS» a las investigaciones… pues tendremos que denunciar los propios ciudadanos ante la pasividad de los que deberían hacerlo.

No es comprensible la Modificación de las Leyes y los delitos de la SEdición y la Malversación, y utilizar el Código Penal a beneficio de los políticos de turno. ES una verdadera vergüenza.

TODO es una vergüenza. El primer error cometido fue «cambiar» el DElito de la «REBELIÓN» por el de «SEDICIÓN».

El Golpe de Estado del Govern de CAtalunya se realizó en el Parlament de Catalunya y no en la Consellería de Economía.

Lo que empieza en «chapuza» desde el principio, a otro canje de cromos de «REBELIÓN» por «SEDICIÓN» acaba como tiene que acabar… MUY MAL.

Ahora empieza lo interesante…