En 1914, Ortega y Gasset acuñó en su libro, Meditaciones del Quijote, una frase que generó un largo debate filosófico: «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». Esta frase, puede dar significado a muchas cosas, siempre -por supuesto- en función del punto de vista de cada cual. Sin embargo, esto de la circunstancia y la esencia de la persona puede ser algo extenso, o incluso mal interpretado.
Como libro de autoayuda se trata de sacar el mayor provecho posible de nuestras actuaciones.
Se puede hacer lo que se puede hacer y no más y arriesgando siempre que la ganancia sea superior a la pérdida y, además podamos asumir esa pérdida.
Se trata de seguir en la vida…
¿Qué consejos te puedo dar? Pues el primero y el más importante es que “mimes” y no “juegues” con quien te da de “comer”… es decir, con “quién” te da el dinero por tu trabajo…
Por ejemplo, si eres funcionario, no debes “maltratar” al Estado, que es quién te paga…
Si tienes un comercio, pues trata bien a los clientes… que son los que te dan de comer…
En segundo lugar, valorar si tu situación económica y social te permite hacer ciertas “actuaciones”…
Si tus actuaciones pueden provocar daños colaterales a personas o colectivos que “no lo merecen”… ya que cualquier actuación siempre favorece a unos y perjudica a otros.
Tener siempre presente que lo que se da a uno se le quita a otro.
Por ejemplo, si se aumenta “una partida” en los Presupuestos Generales del Estado es porque se lo quitas a otra…
Aunque parezca que se aumentan todas las partidas esto no es así ya que se traslada a un “déficit” que hay que pagar algún día…
Todo el dinero que parece que “viene regalado”… de alguien vendrá y, en su momento, pretenderá recuperarlo porque se trata de dinero “prestado” o invertido…
Puede que tú personalmente no, pero que el conjunto de la “sociedad” deberá devolver algún día…
Nadie “regala dinero”…
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